TCNL. DEM. RAMIRO AMPUERO GALLARDO
LA ENTRADA DEL GRAN PODER
Constituye para Bolivia una expresión ancestral y cultural, la zona comercial toma el nombre de Gran Poder, como se refiere Xavier Albo, debido al crecimiento socioeconómico de ciertos sectores que van identificando actores sociales y al rubro al que pertenecen a través de la danza pesada como la morenada donde se muestra el poder económico y observan cambios sociales a partir de las costumbres occidentales en lo religioso y con una forma de mantener costumbres andinas culturales, permitiendo cambios sociales con rasgos occidentales culturales, como la denominación de la zona y de la misma fiesta que hoy en día es la fiesta del Gran Poder y la zona del Gran Poder con “nuevos actores sociales” de este movimiento cultural.
La importancia la reconfiguración del espacio político, social y económico de grupos sociales al interior de las fraternidades, puede ser explicado por una mayor devoción religiosa y también por los sectores económicos que se encuentran en la zona del Gran Poder, como núcleo social y dinamizador con importantes recursos económicos, de prestigio e influencia que está conformada por gremios, sindicatos como de los transportistas, comerciantes, bordadores y carniceros que tienen a la morenada como danza de mayor prestigio social y de identidad, por el costo que significa esta. Asimismo, esta fiesta andina representada por actores sociales migrantes e hijos, ha venido manteniendo valores andinos de reconocimiento a partir de la adquisición de prestigio social durante su vida, que se construye a partir de ocupar un cargo jerárquico dentro la comunidad, y que en la actualidad en el ámbito urbano se representa en el proceso de enriquecimiento y de poder que le otorga un status social, que es transmitido al mundo mestizo de la ciudad.
BIENESTAR DE AMARTYA SEN
Todo hombre construye su realidad con su realidad, no para vivir bien, sino para tratar de sobrevivir, las realidades de los hombres son distintas, cada uno con sus propias aspiraciones y necesidades, y es tal quiza el hombre se ha vuelto un ser individualista, motivado por la globalización. Unos llaman cosmovisión a la forma de comportarse en una determinada realidad otros no se encuentran de acuerdo pues es simplemente una realidad en un mundo globalizado.
Por ello es necesario identificar, un estado de bienestar el ambiente en el que ese hombre, este atravesando tal o cual momento de su desarrollo evolutivo, y la sociedad en la que se desenvuelve velara por acompañar ese proceso, sin dañarlo sin modificarlo pero permitiendo su desarrollo, en este sentido quienes liderasen una concepción clara de un Estado de bienestar, deberán ser aquellas sociedades que por su desarrollo evolutivo han vivido más y tal cual la comparación que hacia con el desarrollo evolutivo del ser humano, han adquirido competencias propias de ese desarrollo.
El bienestar humano es el estado en que los individuos tienen la capacidad y la posibilidad de llevar una vida que tienen motivos para valorar. La capacidad de las personas para procurarse una vida que valoren está determinada por una diversidad de libertades instrumentales. El bienestar humano implica tener seguridad personal y ambiental, acceso a bienes materiales para llevar una vida digna, buena salud y buenas relaciones sociales, todo lo cual guarda una estrecha relación con y subyace a la libertad para tomar decisiones y actuar:
AYMARACENTRISMO
La descolonización en Bolivia tendría que apuntar a la preservación y/o recuperación de la identidad originaria del indígena andino-amazónico, lo que, desde una lógica dicotómica, carga con el supuesto de que este sector estaría renunciando a su integración a la modernidad para convertirse en un gueto esotérico. Esta es una imagen que aparece en narrativas provenientes de diferentes sectores étnicos (el indígena y el occidental), poniendo en el tapete la cuestión de “ser” indígena hoy, con mucha preocupación para los industriales y comerciantes aymaras que son ejemplo del éxito indígena en el modelo capitalista.
Dice Illescas (2003 a) que las normas morales cristianas se impusieron para explotar mejor a los indígenas en la mita, evitando que las privaciones a las que los españoles los sometieron los indujeran a robar, mentir o disminuir el ritmo de trabajo. Ninguna de esas conductas era propia de la sociedad ancestral, una “sociedad de abundancia, sin puertas ni policías”, en la que, al no faltar a nadie nada, no había necesidad de robar ni mentir, y en la que el trabajo no era esclavitud, sino una alegría cotidiana realizada en equilibrio, complementación, consenso y respeto a la identidad de todo y de todos.
Es decir que el nuevo paradigma debe ser construido y reconstruido con el aporte de todos los individuos del mundo –y no sólo los andinos– que se sientan unidos y equilibrados con la naturaleza, el cosmos y la totalidad de la realidad. Ello implica la deconstrucción-reconstrucción de los modelos conceptuales, epistémicos y vivenciales que rigen las relaciones humanas en todo el planeta, así como las relaciones entre el hombre y la naturaleza; por tanto, excede con creces cualquier visión reduccionista que pretenda limitarla o circunscribirla a un grupo étnico, o aún al ámbito social boliviano.
BIBLIOGRAFÍA
ALBO, Javier y PREIWERK, Matías. Los Señores del Gran Poder. Centro de Teología Popular, La Paz-Bolivia. 1986.
ALBO, Javier y PREIWERK, Matías. El Gran Poder Fiesta Aymará Urbano. América Indígena. No. 2 - 3, México: III. 1991.
CANCILLERÍA BOLIVIANA (2009). Vivir Bien como respuesta a la Crisis Global. Texto digital. La Paz.
GONZALES, Tatiana e ILLESCAS, José (1992). Sobre algunas nociones fundamentales del sentimiento y del pensamiento en el mundo originario de Abya-Yala. Ediciones Tukuy Ricqcharina. Q’ollasuyo (Cochabamba).
GONZALES, Tatiana e ILLESCAS, José (2003). Acerca de nuestra identidad de sociedad, de cultura y de civilización originaria. Ediciones Tukuy Riqch’arina. Cochabamba.